De un tiempo a esta parte os vengo mostrando un estilo que me ha conquistado, el shabby chic. Si, si ya se que yo soy boho en toda regla y que así lo afirmé. Realmente soy un caos boho, pero el shabby chic me tiene prendada.
El flechazo comenzó en mi red social favorita, Pinterest, donde paso horas. Comencé a ver fotos etiquetadas como shabby chic e indague un poco. Se trata de un un estilo de decoración que tiene su origen en la época de las grandes casas de campo de Gran Bretaña y que consiste principalmente en mezclar elementos antiguos con modernos. Se distingue por utilizar una paleta de colores pasteles, tales como rosa, verde agua… con predominancia del blanco. También es propio del estilo la preponderancia de flores en los diseños.
Este es un ejemplo de salón shabby chic, donde nos encontramos una decoración rústica, destacando entre todo ello, los faroles de forja, que dan un toque de distinción a todo el conjunto y prácticamente la única nota de color, en un ambiente donde el blanco brilla en muchas de sus tonalidades.
Si quieres darle un toque shabby chic a tu hogar, tienes que incluir varios elementos esenciales para ello.
Mobiliario Shabby chic
Una de las primeras cosas que harán que tengamos una estancia shabby chic es el mobiliario ( como hemos visto en la imagen anterior), siempre en tonos blancos, como muebles de forja decapados, sillas de estilo romántico para una mesa de madera, veladores de estilo vintage o muebles de madera con aspecto envejecido.
Toda la habitación de color blanco puede resultarnos demasiado plana, por lo que se pueden añadir elementos rústicos, o algún adorno floral en tonos pasteles. El color el rosa uno de los preferidos por los seguidores de esta tendencia.
Estilo Shabby chic para tu dormitorio
Si queremos conseguir un dormitorio con este estilo, uno de los muebles indispensables es la cama, tiene que ser blanca, antigua, y con una marcada personalidad.
Las camas de forja blancas, consiguen ese efecto de manera inmediata, ya que pese a que han evolucionado con el paso de los años, siguen conservando un sabor a antaño que nos transporta a épocas pasadas.
Si somos unos apasionados de este estilo, pero no disponemos de mucho espacio en nuestro dormitorio, un buen cabecero de forja estilo vintage, puede hacer que la estancia adquiera ese toque que estamos buscando.
Una vez elegido el elemento principal, no nos pueden faltar los cojines, o bien de colores pasteles, o de flores, tan características de la campiña inglesa.
Al tratarse un estilo romántico, una pieza que no nos puede faltar el dosel de tul para decorar nuestra cama, al más puro estilo de cuento de hadas. Las alfombras cálidas también son una pieza importante. Las lámparas que se usan para esta decoración son recargadas y llamativas, pero siempre siguiendo la línea de colores claros y materiales decapados.
Elementos comunes en la decoración Shabby Chic
Shabby Chic (desgastado-distinguido) busca siempre la apariencia de la elegancia (cuando imagino las descripciones de una de mis autoras favoritas, Jane Austen, me las imagino un poco así ) En toda estancia shabby chic destaca la iluminación, con candelabros, faroles artesanales y lámparas de lágrimas o guirnaldas como pequeños puntos de luz en los rincones.
Los tejidos como el lino y el algodón, son grandes aliados para conseguir una habitación con un ambiente shabby chic, siguiendo la línea siempre de los colores claros. Los muebles de forja auxiliares, tales como una silla o un perchero, ayudarán a crear un pequeño rincón shabby chic.
El estilo shabby chic está haciéndose un hueco cada vez más grande en las bodas, mezclándose con toques de vintage, donde sigue predominando el blanco, los adornos florales y los faroles artesanales que dan un aspecto sumamente romántico y original a las celebraciones, sobre todo, si estas se realizan en el exterior.
Me sigue sorprendiendo este entusiasmo mío por las casas de campo británicas y por lo distinguido, aunque leí en algún artículo sobre el tema que una de las claves es el aparente desorden, cajones abiertos, sofás llenos de telas y mantas… así que ahora soy «bohoshabbychic» (bueno pero sin las flores, que esas regu…)
Con este post participamos en Inventando el finde.