El salón suele ser la estancia de nuestra casa en la que mayor tiempo de ocio pasamos, por lo que es fundamental buscar un estilo con el que nos sintamos cómodos y sea práctico. Por eso hoy vamos a hablar de uno de los estilos con más adeptos en estos momentos, el estilo minimalista.
Este tipo de decoración surgió a finales de la década de los 60 en Nueva York, aunque sus orígenes provienen de Europa con las primera ideas del arquitecto alemán Van Der Rohe que podrían resumirse en la frase “menos es más”. De esta forma, el minimalismo se caracteriza por las líneas puras, la simplicidad de las formas o los espacios despejados.
En cuanto a los colores, el estilo minimalista se decanta por los tonos básicos como blancos y grises para aportar una mayor luminosidad y amplitud.
Eso sí, si no quieres que la estancia quede demasiado fría o sin personalidad, puedes optar por añadir toques de beiges y marrones o incluso añadir pequeños detalles de colores brillantes como rojos, naranjas, verdes o azules. Además, la combinación de negro y blanco suele ser una de las elecciones más demandadas dentro de este estilo.
Para los muebles, seguiremos con los mismos principios que el resto de elementos. Así, predominará la elección de piezas de estilo moderno con líneas puras, vanguardistas y funcionales.
Este tipo de diseños suelen ocultar sus aberturas, tiradores o incluso pueden ser muebles inesperados que sirven tanto de almacenaje como de decoración.
Además, siguiendo con estas pautas sólo escogeremos aquellos muebles que sean imprescindibles como un sofá, una mesa de centro y un mueble para la televisión que puede incluir alguna estantería.
Para el sofá se suele optar por modelos de varias plazas que incluyen una chaise longe, normalmente llevan estampados lisos pero en este caso con algo de color.
Por otro lado, si no dispones de tanto espacio puedes elegir un sofá de dos plazas e incluir algún sillón suelto que no vaya a juego, así le damos un mayor encanto a la estancia.
Con respecto a las mesas buscaremos una que sea baja y que tenga los materiales con los que está hecha a la vista. Por ejemplo mesas de forja, madera, cristal o metal de menos de 50 centímetros de alto serán las protagonistas de nuestro salón.
En cuanto al resto del mobiliario y los complementos lo mejor es tener pocas piezas para mantener la idea de un espacio simple. Las lámparas de estilos futuristas, los jarrones, las esculturas, los cuadros y las alfombras se convertirán en nuestro aliado para darle ese toque personal.
Por último, utiliza plantas y flores para decorar. Así, te vamos a mostrar de una manera muy sencilla a crear tus propios maceteros estilo minimalista.
Para hacerlos solo necesitaremos un molde de silicona de repostería del tamaño que más nos guste, un vaso de plástico, aceite y la mezcla. Humedeceremos con el aceite la parte interior del molde de silicona y la parte exterior del vaso.
Después, colocaremos el vaso dentro del molde y meteremos algunas piedras o peso para que se mantenga en su posición.
A continuación, prepararemos la mezcla combinando tres partes de arena con una de cemento y agua hasta lograr una pasta homogénea. Para terminar distribuiremos bien la mezcla entre el molde y el vaso para después dejar que se seque.
Una vez la pasta se haya endurecido la retiraremos del molde con cuidado.
Y voilá, ya tendremos nuestra macetas minimalistas.
Con este artículo participamos en la fiesta de enlaces que organiza Inventando baldosas amarillas.