Si quieres adornar el tejado de tu casa o tu terraza y, además, saber en qué dirección va a soplar el dios Eolo, puedes decantarte por comprar una veleta. Eso sí, es necesario que tengas claro qué veletas de viento vas a adquirir.
Antiguamente, las veletas se usaban de manera práctica para conocer la dirección de los vientos. También en algunos casos se utilizaban como pararrayos.
Basándose en la arquitectura árabe, en el “yamur” que corona las cúpulas de las mezquitas, se utilizaban para conectar la base de la veleta con el eje vertical distintas esferas metálicas que simulaban los meridianos terrestres, en sentido ascendente desde la mayor hasta la menor. De este modo, cuando impactaba un rayo, las esferas se fundían, pero la electricidad no llegaba a la construcción. Ahora, con la evolución tecnológica, existen otros aparatos más sofisticados y eficientes para tales usos. Pero, quedando las veletas como un elemento decorativo muy bonito y entrañable, sigue siendo útiles.
Existen dos tipos. El primero, es el que más se usa porque es el más sencillo. Se trata de una pieza metálica con distintas formas. Las más comunes son saeta o flecha, que gira sin ningún tipo de obstáculo sobre un eje vertical. Unidas a la parte del eje que se mueve, hay cuatro varillas que simbolizan los puntos cardinales.
El segundo tipo, ya son bastante más grandes y con mayor ornamento. Estas las solemos encontrar en edificios de buen tamaño y significativos, como son catedrales, iglesias, ayuntamientos, palacios, etc. A estas se les denomina giraldas, por el hecho de girar. La famosísima torre de la Catedral de Sevilla, recibe el nombre por ellas.
Las podemos encontrar fabricadas en numerosos materiales, forja, hierro, cobre… Cualquier metal es válido. Siempre que sea muy resistente y no precise mantenimiento.
Las formas de la parte móvil pueden ser muy variadas, en forma de flechas con cola; animales de todo tipo, unicornios, seres mitológicos, caballos, en las iglesias suelen aparecer gallos en representación del gallo de San Pedro; banderas, banderolas, figuras antropomorfas como demonios o ángeles, etc.
Y en la representación de los puntos cardinales, antiguamente se usaba mucho el símbolo de la cruz. Pero actualmente pueden ser de muchos tipos, desde dos varillas cruzadas hasta dibujos de calados, adornos, letras e incluso tramas. Todo depende del artista que las fabrique. Así que puedes comprobar que comprar veletas de viento es todo un arte que te deleitará y te hará disfrutar en grande.
Veletas Fabricadas en forja
Como ya hemos dicho anteriormente, las veletas de viento necesitan ser elaboradas en un metal que sea altamente resistente y requiera el mínimo mantenimiento. Por eso, resultan perfectas aquellas fabricadas en forja. La forja reúne estos dos requisitos principales. Pero, además, posee una ventaja fundamental, y es que se consiguen realizar figuras espléndidas que adornarán de una manera bellísima cualquier tejado o balcón.
Podemos encontrar veletas de diversos tamaños, más pequeños o grandes, para que se adapten a cualquier espacio. El proceso de elaboración de las que son fabricadas en forja tiene garantizada la máxima duración.
También cualquier dibujo que imaginemos se puede añadir, puesto que es un material que lo hace posible. Normalmente, se fabrican en negro para que se manchen menos y destaquen bajo el cielo, pero la forja también puede tener otros colores.
Elaboración artesana
Las veletas de viento se hacen totalmente mediante elaboración artesana. De este modo se consigue que el artesano le dé las formas tan especiales que tienen. Se pueden encontrar infinidad de modelos, todo depende de la imaginación del artista. De un animal o varios, barcos, edificios, formas de personas e incluso vehículos, todo es posible. Si lo que quieres es una veleta con una forma determinada, también se puede fabricar. Ahí está la diferencia entre lo artesanal y lo industrial.
Las veletas de viento más compradas
Si vas a adquirir estos elementos decorativos, te interesa conocer cuáles son las veletas de viento más compradas.
Las de animales suelen ser muy demandadas. Entre ellas hay algunas muy típicas por su antigüedad como el gallo o por su significado como el toro o las cigüeñas. También las de símbolos muy españoles como la guitarra, las sevillanas, Don Quijote y Sancho Panza, etc. Otras muy demandadas son las que representan los deportes favoritos como ciclismo, golf o motociclismo.
Las de edificios significativos de las ciudades o pueblos también triunfan de gran manera. Por ejemplo, una con forma de La Giralda queda de maravilla y es muy popular. Los barcos con las velas henchidas por el viento son figuras que también tienen mucha fama entre los compradores por el carácter romántico y la sensación de libertad y aventura que transmiten.
Tampoco hay que olvidar las que representan símbolos religiosos, como la cruz, ya que son de las más típicas pero que siempre tienen un gran número de compradores. Al igual que las que representan escenas simpáticas y entrañables como las de dos niños jugando. Sea cual sea el modelo que elijas, será un adorno muy especial.