Cada uno tiene un estilo particular y con pequeños trucos se puede crear un entorno agradable y personalizado en nuestra cama. Hoy en día, los cabeceros de cama han ido evolucionando hacia diversos estilos de decoración, lo que ha provocado que hasta los cabeceros ya no tengan que ser propiamente cabeceros. Vinilos, escaleras, estanterías e incluso pizarras se han ido mezclando con los cabeceros tradicionales que a su vez se reinventan para destacar en nuestros dormitorios.
Por ejemplo, si eres de los que necesitas mucho espacio de almacenamiento este es tu tipo de cabecero. Tan solo tienes que colocar papel pintado en la pared en la que vayamos a colocar el cabecero de cama y luego añadiremos algunos armarios blancos en la parte superior. Otro consejo es instalar la iluminación en la base de los armarios para que podamos tener luz directa si lo deseamos.
Por otro lado, si tu habitación es muy pequeña o buscas algo original puedes optar por los vinilos. Los puedes encontrar en una gran variedad de diseños e incluso puedes crear el tuyo propio.
Si por otra parte prefieres hacer el cabecero tú mismo solo necesitas un tablón de madera e imaginación. Los motivos retro están muy de moda y son fáciles de dibujar, ya que para evitar hacerlo mal puedes dibujar primero en lápiz el diseño sobre la madera para pintarlo posteriormente. También, si no eres un gran pintor puedes hacer las formas y pegarle cinta de carrocero para evitar salirte. Además, otra ventaja de esos cabeceros es que cada vez que se quiera se puede cambiar el diseño pintando otro encima.
También, si tienes un cabecero de forja pero no sabes cómo darle esa chispa que le haga destacar en tu dormitorio fíjate en lo que le rodea, ahí estará la clave. Colocar una tonalidad de pintura o un papel pintado que pueda hacer destacar el cabecero de cama hará que toda la atención sea para él, para el punto más importante de la habitación que es la cama.
Las estanterías también se están convirtiendo en un punto fuerte como cabeceros de cama. Sea del tipo que sea siempre se podrán adaptar a nuestras necesidades y nos permitirá tener lo más esencial a mano. Por ello, los cabeceros de estantería se pueden convertir en unos grandes sustitutos si nuestro dormitorio es pequeño y no queremos invertir espacio en mesitas de noche.
Otra opción es tirar de telas y persianas para crear otros tipos de cabecera de cama muy originales. En este caso, colgaremos del techo los extremos superiores de la tela. Luego dejaremos los suficientes centímetros para que quede holgado y posteriormente volveremos a fijar los extremos a la pared. Por último, continuaremos fijando los extremos de la tela hasta la altura de la cama para así crear nuestro cabecero de forja. Este sistema es fantástico para los áticos o las casas que tengan buhardillas, ya que tapa la luz sobre el espacio de la cama pero permite pasar la claridad.
Por último, podemos escoger cabeceros de cama que podemos modificar cada día. Son los cabeceros de cama de pizarra. Para hacerlo necesitaremos un tablero DM, una sierra de calar, una lija, pintura de chalk o efecto pizarra y un rodillo. De esta forma, recortaremos en el tablero DM la forma que vayamos a querer que tenga nuestro cabecero.
A continuación, lijaremos todos los bordes para evitar que queden astillas y quede toda la superficie lisa.
Posteriormente, pintaremos la superficie con esmalte de pizarra en el que podremos escribir nuestras frases motivadoras, dejar mensajes o hacer dibujos.
Para terminar, colocaremos el cabecero en su sitio y lo estrenaremos con nuestra primera creación.
Como hemos podido ver hay una gran cantidad de cabeceros de cama dependiendo de los gustos y estilos de cada persona. Aquí te hemos enseñado alguno ¿Nos enseñas el tuyo?