La inspiración nórdica ha estado pisando fuerte en los últimos años. Aunque no hay que quitarle méritos a cierta multinacional sueca, este estilo se ha ido abriendo paso por sí mismo desde los años cincuenta. A medio camino entre la funcionalidad del minimalismo y la atmósfera acogedora del rústico, la decoración escandinava es una opción a tener en cuenta.
Hablamos de ese blanco inmaculado con sutiles toques de color, a los muebles sencillos y funcionales pero de diseño y a la vuelta de materiales naturales como la madera o el hierro forjado.
Esta decoración, fuertemente influenciada por el clima y la zona de la que procede parece haber conquistado a personas de todo el mundo. Lo ha logrado gracias a dos máximas que, aunque cobran mucho más sentido en los países nórdicos, podemos aprovechar en cualquier zona geográfica. Son la creación de hogares acogedores, cálidos y confortables y el objetivo de potenciar al máximo la luz disponible.
A continuación desgranamos las características principales de este estilo como el poder del blanco, el equilibrio entre rectitud y calidez y la importancia de los complementos. ¿Te quedas con nosotros?
Blanco y azul, de Finlandia a tu hogar
En los meses de invierno, la mayoría de los países nórdicos cuentan tan solo con siete horas de luz al día, en ocasiones menos. Por eso, potenciar la iluminación en los interiores es fundamental para ellos. En este contexto, el color blanco en paredes, techos y suelos es una máxima indiscutible. El objetivo es reflejar tanto la luz natural como la artificial y aportar la máxima luminosidad posible a las casas.
Del mismo modo, los techos blancos o de madera clara en tonos naturales, ayudan a ampliar el espacio visual. Además, invitan a que entre mucha más luz. Las casas más pequeñas y poco iluminadas serán las que mejor aprovecharán esta tendencia y verás como crecen muchísimo visualmente.
El blanco también puede extenderse a muebles y complementos aunque lo general es que rompamos con él. Para ello utilizaremos una paleta de colores neutros, huyendo de la atmósfera fría gracias a la superposición de colores complementarios. En este punto destacamos los grises, negros y marrones de los tonos naturales de los propios elementos decorativos. Como extra, apostamos por las variedades más neutras del azul, como el marino, y las que más se acercan al gris.
Nosotros te recomendamos apostar por una pieza de diseño como la mesa de centro en forja París y sus líneas rectas y simples, en su acabado en blanco es ideal para ambientes modernos. O, por el otro lado, por la mesa de centro taller; una pieza de aspecto resistente que combina a la perfección el tono natural de la madera con el del hierro.
Rectitud y calidez
El estilo nórdico se caracteriza a la par por su rectitud como por su calidez. Por un lado, la preferencia por líneas rectas, materiales pesados y resistentes y formas sencillas. Por el otro, el contrapunto de perseguir esa máxima de crear el ambiente más agradable posible. Ambas tienen cabida en esta tendencia.
La clave está en generar la sensación de calidad gracias a los textiles. Los tejidos cálidos cobran un especial protagonismo en la decoración nórdica. No es de extrañar, ya que en esas regiones hace mucho frío.
Principalmente, apostaremos por textiles naturales y en acabados que no alteren prácticamente sus tonos naturales. En el caso de estar teñidos, huiremos de los estampados a excepción de las rayas o cuadros.
En lo que se refiere a los materiales destacan la lana, el lino, el algodón y las pieles. En este punto destacar que te recomendamos apostar por opciones sintéticas con las que también obtendrás el mismo resultado visual.
La importancia de los complementos
Los complementos son esenciales si lo que perseguimos es crear una atmósfera confortables. Por un lado tenemos las mantas calentitas y los cojines. Por el otro, las alfombras, imprescindibles en el estilo nórdico. Por supuesto, las plantas también son un gran aliado para dar una atmósfera hogareña a las estancias.
Del mismo modo, la iluminación es una máxima. Nosotros te recomendamos que optes por piezas de diseño moderno como la lámpara de techo industrial Capuchina, que es genial tanto para decorar islas de cocina como comedores o salas de estar. También te proponemos la lámpara de techo Brox, de estilo industrial e ideal para una habitación o estudio. Por último, si prefieres un aplique, echa un vistazo al aplique de pared Soho; muy útil para tener una luz auxiliar para poder leer desde la cama.