Estamos a las puertas de la semana santa, los que tenemos niños, siempre andamos buscando la otra cara de las celebraciones para poder hacerlos partícipes y que les resulte algo divertido. Así que este año vamos a intentar hacer huevos de pascua y esconderlos por el parque o por casa de la abuela, que es más grande.
Según parece, el origen de esta tradición se remonta al 700 a.c. en una jarra de vino etrusca, donde aparece un huevo decorado en la mano del rey, simbolizando la Pascua de Resurrección.
Un huevo sagrado etrusco de traquita negra pulimentada, encontrado en Perusa (Italia), con una flecha en relieve a su alrededor.
Fue entre los siglos IX al XVIII, cuando la Iglesia prohibió el consumo de huevos durante la cuaresma por considerarlo equivalente a la carne, y por ello la gente los cocía y los pintaba con cera para diferenciarlos de los frescos. Al finalizar la Cuaresma, se reunían en las puertas de las Iglesias de su ciudad y los regalaban. Con el tiempo, estas tradiciones se incorporaron a la festividad de Pascua de Resurrección y hoy en día el huevo de Pascua es un símbolo universal. Para muchos, el huevo se asemeja a la resurrección como un símbolo de vida nueva. (fuente: wikipedia)
En la actualidad, los sitios donde más arraigo tiene esta tradición son Estados Unidos, centro de Europa e Inglaterra, y aunque antiguamente los huevos que se decoraban y regalaban eran de gallina y pavo, desde principios del siglo XIX se regalan también huevos de chocolate, que dicho sea de paso, están mucho más ricos.
Una de las idea más fáciles que he encontrado son la de los huevos mágicos en el blog con botas de agua sólo necesitamos:
-vinagre
-huevos blancos
-un lápiz de cera de color blanco
-tinte alimentario
-un vaso de agua caliente.
Lo primero que hacemos es poner el nombre en el huevo con la cera blanca, (ahí reside la magia), echamos el colorante y unas gotas de agua en el vaso.
Introducimos el huevo en el recipiente con mucho cuidado, lo dejamos unos minutos en el líquido.
(foto: Con botas de agua)
Lo sacamos y lo dejamos secar en una servilleta de papel durante un buen rato.
(foto: Con botas de agua)
Repetimos el proceso tantas veces como nos apetezca. Hay muchas formas de presentarlos, pero esta nos pareció bastante original y sobre todo muy fácil de hacer.
(foto: Con botas de agua)
Sin duda, esta es una de las formas más fáciles de hacer huevos de pascua y pasar una tarde divertida con los niños.
No sólo para los niños son divertidos los huevos de pascua, hemos encontrado estos hipster Easter Egg que nos han sacado una gran sonrisa.
Para hacerlos podemos usar la técnica aprendida en los huevos de pascua mágicos, dejarlos que se sequen. Podemos usar también huevos blancos y huevos marrones. Una vez estén listos imprimimos este descargable en adhesivo transparente.
Recortamos la etiqueta, dándole la forma que más nos guste y decoramos nuestros huevos de pascua.
Cómo veis el resultado queda muy además de bonito, original, con un efecto realmente divertido.
Con estos mensajes no importa mucho la forma en que los presentemos, no dejarán indiferentes a nadie que los vea.
Si no disponemos de demasiado tiempo, podemos usar los huevos blancos y marrones y jugar con el color de las etiquetas adhesivas, e ir cambiando los colores de impresión. El resultado es igualmente encantador.
Podemos encontrar muchas formas para decorar los huevos, tantas como nos de el ingenio y la imaginación. Este va a ser el primer año que hagamos esta manualidad y hemos decidido empezar por unos que sean fáciles, aunque no puedo dejar de mostraros unos huevos de pascua de crochet que me han encantado (y que nunca conseguiré hacer)
Y vosotros ¿sois aficionados a esta tradición?