Nuestras tardes de verano son largas ya que por estos lares, no se puede salir a la calle antes de las 9 de la noche, sobre todo si sales con niños, ya que el calor puede resultar realmente agobiante para ellos y para nosotros. Una vez que has jugado a todos los juegos de mesa disponibles, inventado otros tantos, los recursos se agotan.
Después de un año ya en nuestro nuevo hogar, tenemos casi todas las habitaciones arregladas, decoradas y totalmente funcionales, pero aún nos falta por darle algo de forma a la habitación de invitados. Esa era la idea, lo cierto es que ahora es la habitación de los gatos, cuarto de estudios y semi despacho, todo en uno.
Buscando ideas por la web, me encontré con el macramé, nunca le había prestado excesiva atención, hasta que tuve la idea de hacer un cabecero de macramé para nuestro dormitorio incompleto.
En el resto de las habitaciones tenemos cabeceros de forja, pero esta al compartir varios usos necesita algo más liviano, así que nos decidimos a probar esta técnica milenaria.
Origen e historia.
Vamos a empezar contando de dónde viene esta tendencia, que aunque puede parecer nueva tiene una larga historia que se remonta hasta los persas o los asirios. Su nombre proviene de la palabra francesa macramé que significa nudo, esta deriva del turco makrama que tiene su origen en la palabra Mikrama (persa) y que significa lo mismo (fuente wikipedia)
¿En qué consiste el macramé?
El macramé consiste en hacer nudos decorativos, es un arte muy antiguo y que ha sido practicado por muchos pueblos, ya que solo es necesario usar las manos.
Principales nudos
Existen dos formas de montar el hilo, que va a depender de si trabajamos sobre tela o sobre una barra o soporte.
Nudo alondra
Los nudos más usados en esta técnica es el nudo chato, plano o cuadrado, y el nudo cordón, aunque existen muchas más variantes y tipos que pueden combinarse a su vez entre ellos.
Materiales usados
El material básico e indispensable para hacer este tipo de manualidad es el hilo , en todas sus variantes, puede ser de algodón, yute, lino, seda u otras fibras naturales. Como podéis comprobar es una forma fácil de tener un cabecero económico y original, ya que seguro, no encuentras dos iguales.
Ideas de cabeceros de macramé
Buscando por la red hemos encontrado auténticas maravillas de cabeceros originales, realizados con macramé como estas que os mostramos a continuación.
fuente: kokokotiko
Este es un sencillo cabecero que decora la pared del dormitorio de una forma agradable, aportando un toque vintage a la estancia.
Si cambiamos la barra donde se apoya el cabecero, como en este caso, una vara de madera oscura de forma irregular, conseguimos que nuestra pieza de macramé aporte a nuestro dormitorio un estilo bohemio que resulta ideal para una casa en la playa.
Foto: fancyschmantzy
Lo interesante de esta técnica es que una vez que la dominamos podemos adaptar nuestra creación al espacio que tenemos o al estilo que más que nos guste. En este caso nos encontramos con un cabecero que nos recuerda a un mantoncillo, gracias al efecto que causan los flecos.
Este cabecero fue creado por la artista Sally England para el Hotel Ace en Portland. Si le damos un toque de color a la pared donde vamos a colocarlo conseguimos que resalte aún más. En este caso nos encontramos con una preciosa pieza que decora de por sí toda la estancia.
Este modelo no necesita paredes de colores para contrastar, ya que está fabricado con algodón de un color alegre y llamativo. No hemos conseguido encontrar el material con el que ha sido realizado, pero sí sabemos que está hecho con un color neón que hace que resalte enormemente.
fuente: sfgirlbybay.
En este caso nos encontramos con una habitación al más puro estilo bohemio con texturas muy variadas que forman un conjunto original. El cabecero está elaborado por Sally England una auténtica experta en esta técnica
Fuente: vintagerevival
Esta habitación es un diy en sí misma, todo lo que ves en ella está realizado de manera artesanal y en el blog de vintage revival nos explican cómo hacerlo todo, bueno todo menos el impresionante cabecero, que es lo que más nos ha gustado. En este caso para resaltar el mismo han jugado con pintar el espacio de la pared del mismo todo de las mesitas de noche y crear un espacio vintage. Sin duda alguna, este sería nuestra habitación de invitados soñados, y quien sabe si poco a poco nos animamos a construir las piezas que la conforman. De momento hemos buscado unas piezas de macramé un poco más sencillas, que si no, nos desanimamos pronto.
Nuestras propuestas de cabeceros
Hemos encontrado dos ideas que nos han resultado bastante interesantes, por lo bien explicados que están y porque no suponen una gran dificultad-
La primera que os proponemos no es un cabecero en sí, sino la elaboración de una cortina para dividir dos estancias, que encontramos en el blog a beutifullmess pero hemos pensado que acortando un poco más los hilos, se puede usar para decorar la cabecera de nuestra cama.
Lo primero que tenemos que hacer es elegir los materiales, que tipo de cuerda usaremos, algodón, seda, y de que color, así como la barra donde va a ir fijado nuestro cabecero. Una vez elegido, debemos buscar el lugar más apropiado para llevar a cabo nuestra tarea (en nuestro caso será alejados de los gatos) Lo ideal es contar con un perchero donde poder fijar la barra y así poder comenzar a trabajar.
Si no tenemos un perchero podemos colocar la barra en su lugar definitivo, es decir donde vayamos a colocar el cabecero y comenzar a trabajar.
Una vez que tenemos colocada la barra, comenzamos con los nudos. En el gráfico aparecen las cuerdas en tres colores distintos, ya que así resulta más fácil la explicación. Comenzamos a anudar.
Atamos las cuatro cuerdas con un nudo y la fijamos en alguna superficie, bien con un clavo o con un poco de cinta adhesiva. Cogemos la cuerda del extrema (amarilla) y la pasamos por debajo de la rosa, repetimos el mismo proceso con la rosa y apretamos. Volvemos a coger las hebras de los extremos (rosa y amarilla) y las cruzamos como la vez anterior. Ahora toca apretar hasta hacer un nudo. Es es el movimiento más complicado, luego sólo se trata de repetir el mismo proceso.
Cogemos otras cuatro hebras y repetimos los pasos 1-3 para obtener otro nudo, al lado del anterior. Hacemos de nuevo el nudo básico uniendo los dos grupos, cruzamos la verde de un grupo con la azul del otro y anudamos, a continuación repetimos el nudo básico por separado en cada grupo inicia. Podemos añadir tantas filas como queramos hasta que tengamos el ancho ideal para nuestro cabecero.
En este vídeo podéis ver de forma gráfica cómo hacerlo, es muy fácil.
Ahora trasladamos estos nudos al material definitivo que vayamos a usar para realizar nuestra pieza de macramé. Hay que seguir un principio básico y es el de atar siempre los nudos en las filas pares, sino el dibujo no quedará bien. En este caso han utilizado 14 filas.
Podemos seguir haciendo nudos hasta que nos guste el resultado final, en este caso, como os comentaba al principio lo que elaboraron fue una cortina, pero sirve igual para nuestro cabecero, sólo depende del largo de las cuerdas.
Queremos mostraros también otra opción realizada con materiales distintos y que hemos encontrado en el blogbrit.co
Los materiales que necesitamos son muy simples:
- Espiga de madera.
- Tejido de punto.
- Unas tijeras.
Lo primero que tenemos que hacer es cortar las tiras a unos 2.54 cm. (aproximadamente) de ancho por unos 3 metros de largo (depende de la altura a la que lo queramos colgar)
Realizamos el nudo alondra que hemos visto anteriormente, es decir doblamos la tira por la mitad, y envolvemos el soporte, repetimos el proceso tantas veces como filas queramos colocar. Debemos separar una de otra unos tres centímetros.
Comenzamos con un nudo básico que se hace con el mismo movimiento que el de atar los cordones. Hay que apretarlo cerca de la barra que podamos.
A continuación ponemos en práctica lo que hemos aprendido con el otro cabecero, pero en lugar de hacer dos nudos, hacemos cuatro en cada fila y luego comenzamos a unir con la de al lado, donde repetimos la misma operación.
foto : Pinterest
Para finalizar, hacemos una serie de nudos básicos en diagonal, cortamos las tiras a la altura deseada, y sólo nos falta colgar nuestra obra maestra en el cabecero de la habitación elegida, en nuestro casa, en la habitación de invitados.
Esperamos que os haya resultado interesante y útil y os animéis a poner un poco de macramé en vuestras vidas, nosotros tenemos la firme intención de hacerlo y de enseñaros cómo nos ha quedado, algún día.
Con este artículo participamos en Inventando el finde! Os animamos a leer todos los blogs participantes.
